viernes, 18 de noviembre de 2011

jueves, 17 de noviembre de 2011

Apología del latín

Por Cheryl Lowe

El latín y la matemática desarrollan la mente en formas en que otras materias no pueden hacerlo.
Muchas personas que se sienten atraídas por la idea de una educación clásica no saben exactamente el porqué, ni comprenden la necesidad del latín, o al menos, por qué se insiste tanto en él. Un poco de latín está bien, pero ¿todos los años? La espinaca es buena, pero ¿todos los días?
Creo que cinco décadas de fruslerías y experimentos han vuelto a los padres cautelosos, y cuando oyen hablar de educación clásica piensan: "Sí, eso es lo que quiero". Parte del atractivo de la educación clásica es simplemente la palabra "clásica".
Clásico o clásica es una palabra que tiene interesantes connotaciones: algo que ha soportado el paso del tiempo, lo mejor, algo con forma, estructura y belleza, como una sinfonía o la arquitectura clásica. Cuando se pone de esta forma, todos los padres quieren una educación clásica; ellos quieren lo mejor, la educación que el tiempo ha puesto a prueba, la educación que tiene forma y estructura, disciplina y belleza. Suena bien para los padres que están cansados de las últimas innovaciones que nunca parecen funcionar.
Pero, ¿qué es la educación clásica? Para ser exactos y debemos serlo usaremos el significado histórico del término. Esta comprensión de la educación clásica ciertamente puede ser actualizada, pero no puede ser cambiada de manera radical. En la educación clásica, el centro primario de los estudios de lenguaje es una lengua clásica, y el centro primario de los estudios de historia lo constituyen las civilizaciones de Grecia y Roma. Hay dos, y solamente dos, lenguas clásicas: latín y griego. Limitaré mis comentarios al latín.
¿Por qué estudiar lenguas y civilizaciones muertas? En primer lugar, el latín no está muerto. Aún es leído por millones de personas en todas las naciones, y la mayoría de los clásicos latinos aún están en circulación, y muchos nuevos libros como El Grinch que robó la navidad o Winnie the Pooh (1) han sido traducidos al latín. Existen muchas lenguas muertas o en proceso de muerte en este mundo, pero no ha habido lenguas más influyentes en la historia que el latín y el griego. Es verdad que no se usan para la conversación habitual, pero es completamente falso caracterizar el latín y el griego como lenguas muertas. No están muertas: realmente son inmortales.

Saber latín